Tras participar de un velorio, un grupo de individuos destruyó tumbas en el Cementerio General, incluyendo el Mausoleo de Salvador Allende. Recoleta presentó acciones legales.
Una serie de imágenes difundidas en redes sociales reveló esta semana un acto de vandalismo que ha causado repudio generalizado: un grupo de personas ingresó de forma ilícita al Cementerio General de Santiago, rayó instalaciones, manipuló restos óseos y profanó tumbas, entre ellas, la del expresidente Salvador Allende.
Desde el Municipio de Recoleta calificaron los hechos como “una acción cobarde y despreciable” y aseguraron que los responsables ya fueron identificados gracias a los propios registros audiovisuales que difundieron en internet. La denuncia fue presentada ante la Policía de Investigaciones (PDI) y los antecedentes están en manos del Ministerio Público.
Pero, ¿qué sanciones enfrentan quienes cometen este tipo de delitos?
La abogada penalista y académica de la Universidad de Santiago, Macarena Solís, explicó que la gravedad del caso radica en la profanación de sepulturas, lo que está expresamente tipificado en el Código Penal chileno.
“El simple hecho de ingresar y ultrajar una sepultura ya configura un delito. El artículo 322 TER sanciona con reclusión menor en su grado medio —entre 541 días y 3 años de cárcel— a quien profane una sepultura, menospreciando la memoria del fallecido”, señaló.
La situación se agrava aún más si se confirma la manipulación de restos óseos. En ese caso, podría aplicarse el artículo 322 BIS, que contempla sanciones similares para quienes exhumen total o parcialmente restos humanos o realicen actos que los afecten gravemente.
Además, los grafitis realizados en las tumbas podrían configurar el delito de daños, agregó la abogada, quien también recalcó que este tipo de acciones “reflejan un desprecio absoluto por la memoria de los muertos”, lo que agrava la tipificación penal.
Finalmente, Solís señaló que será la Fiscalía la que determine qué delitos serán formalizados, una vez que avance la investigación. Cada ilícito tiene penas que van desde los 541 días hasta los 3 años de cárcel.
El Ministerio Público ya inició las diligencias para esclarecer los hechos y formalizar a los presuntos responsables de este indignante atentado contra la memoria y el respeto por los fallecidos.
El velorio
Los involucrados, según la investigación, asistieron a un velorio y una misa en el recinto. Al término de la ceremonia, permanecieron en el lugar y comenzaron a grabarse patinando sobre las sepulturas. El subcomisario Nicolás Vásquez Ahumada, de la Bicrim Independencia, explicó que “una vez finalizado el servicio religioso, se quedaron al interior del cementerio, abrieron dos bóvedas antiguas y accedieron a una de ellas”.
Los responsables forzaron el acceso a las bóvedas, que normalmente permanecen cerradas y solo los familiares pueden abrir. Según detalló la directora del Cementerio General, Gianinna Repetti, los sujetos “causaron daño patrimonial y profanaron estructuras con alto valor histórico”.
Además, se confirmó que los registros de seguridad y las identidades de los sujetos fueron entregados a la PDI. Los detectives también iniciaron el contacto con los deudos de las sepulturas afectadas, a fin de verificar si hubo sustracción de osamentas y, de ser así, facilitar su recuperación.