Un grupo de galgos, rescatados de la crueldad de las carreras clandestinas y de la indiferencia de sus antiguos dueños, encontró un nuevo hogar en los barrios Lastarria y Bellas Artes. Mientras ellos se adaptan a sus nuevas vidas, en el Congreso avanza un proyecto de ley para declarar ilegales las carreras que les han dado triste fama.